“Que La luz en mí, vea la luz en ti,
que la luz en ti,
vea la luz en mí “
Entre
las diferentes religiones de India y Asia, a todo lo largo de Asia del Sur, en
diferentes religiones, especialmente entre los budistas y los practicantes de yoga, encontraremos una palabra, acompañada de un
gesto de carácter reverencial, que tanto se utiliza tanto como saludo, como despedida: “NAMASTE”.
Originalmente, en Sánscrito el vocablo “Namas” traduce:
Inclinación, reverencia, adoración, devoción. El vocablo “Te” pronombre en segunda persona, a ti, a usted.
Para
hacer un saludo o despedida NAMASTE, se juntan las palmas de las manos (abiertas),
a la altura del centro del pecho, por debajo de la barbilla, inclinando la cabeza.
Al
juntar las palmas de las manos se eliminan las vibraciones negativas de los que
se saludan. La mano derecha representa
la divinidad misma, la espiritualidad más alta, a Dios. La mano izquierda representa al ser mismo que
saluda, su yo, su naturaleza de este mundo.
La inclinación
de cabeza, con las manos juntas es el acto reverencial hacia la persona que
está de frente, significa una conexión, una comunión divina de amor y respeto entre ambas
personas. “El ser divino que hay en mí,
se comunica con el ser divido que hay en ti”
L. CEDEÑO S.
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