miércoles, 10 de septiembre de 2014

“Déjà Vu”

“Todos tenemos alguna experiencia de la sensación, que nos viene ocasionalmente, de que lo que estamos diciendo o haciendo ya lo hemos dicho o hecho antes, en una época remota, de haber estado rodeados, hace tiempo, por las mismas caras, objetos y circunstancias, de que sabemos perfectamente lo que diremos a continuación, ¡Como si de pronto lo recordáramos!”
                                                                         Charles Dickens 



Siempre hemos querido encontrarle una explicación a todo, como si existiera una regla matemática a aplicar en cada situación o experiencia cotidiana. El término “Déjà vu” fue utilizado por primera vez a principios del Siglo XX, por el psíquico francés Emile Boirac, (1851-1917), para describir las experiencias que él definió como:Déjà vu, o “ya visto”, Déjà visité, o “ya visitado”, Déjà vécu, frecuentemente traducido como “ya vivido” y Déjà sentí, o “algo que ya sintió”.

La experiencia de sentir que se ha vivido antes, una situación del presente, usualmente instantánea, de fracción de segundos, es un fenómeno muy común.    Antiguamente se le ha asociado a la reencarnación y a viajes astrales. Posteriormente,  a sueños que no se recuerdan pero permanecen en el inconsciente. Los psicoanalistas tratan esta experiencia como producto de los sueños.
 
Científicamente no se ha llegado a una explicación definitiva pero lo que sí han dado como cierto los psicólogos y neurólogos es que no se trata de un acto de “precognición” o profecía, sino una anomalía que altera la memoria. Se considera como un fallo en el tiempo de interpretación de los hechos, algo así como un “retraso” del cerebro para establecer la secuencia entre lo que se está viendo y el tiempo que tarda el cerebro en registrar el momento.  

Este “retardo” de fracción de segundo, hace que la persona piense por duplicado y uno de los pensamientos quede en la memoria.

Otras explicaciones suponen referencias de personajes, imágenes de lugares, escenarios, países,  ciudades,  que almacenamos en el subconsciente a través de la lectura, la TV,  el cine o cualquier medio audiovisual.  Si bien es cierto que la tecnología hoy nos nutre con información de todo el planeta, el ser humano de hoy y de siempre ha experimentado “Déjà vu”.  

¡Cuántas personas cuentan sus experiencias sobre lugares  y personas que, literalmente hablando, no habían visto “ni en  sus sueños más remotos”, siendo capaces de “reconocer” y “sentir” interiormente la experiencia!

Sea una falla de registro de información en nuestro cerebro, un sueño que permanece en el inconsciente y aflora en algún momento, experiencia de un viaje astral o recuerdos de vidas pasadas, este fenómeno ha sido experimentado por un gran número de personas en todo el mundo, en todas las épocas.  La experiencia “Déjà vu”  puede ser perturbadora o gratificante, dependiendo de la sensación y la intensidad de los hechos que “se recuerden”.

L. CEDEÑO S.











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