jueves, 29 de agosto de 2013

L A S A L U D

Gozar de buena salud es el  pilar fundamental en el día a día del ser humano.  Quien no goza de buena salud, tampoco goza de los placeres cotidianos que nos proporcionan calidad de vida. Es como la anécdota del mendigo que podía comer todo lo que no podía comprar y el hombre rico que no podía comer nada de lo que podía pagar… Cuando se deteriora la salud física también se ha deteriorado nuestro interior.  El hombre siempre ha tenido claridad en cuanto a ciertos elementos que nos dan o nos quitan la salud, y así encontramos denominadores comunes a todos los tiempos tales como: Tranquilidad interior, alimentación, esperanza, estado de ánimo y sobre todo, fe.  

He aquí algunas frases célebres sobre la salud:
  • El que quisiere tener buena salud en el cuerpo, procure tenerla en el alma.  Francisco de Quevedo.
  • El arte de la medicina consiste en entretener al paciente mientras la naturaleza cura la enfermedad.   Voltaire
  • Que tu alimento sea tu única medicina.    Hipócrates
  • El ánimo es la más sana medicina.       Salomón
  • La esperanza es el mejor médico que yo conozco.  Alejandro Dumas, hijo
  • Parte de la curación está en la voluntad de sonreír.    Séneca
  • El ser humano pasa la primera mitad de su vida arruinando la salud y la otra mitad intentando restablecerla.  Joseph Leonard
  • Las personas más sanas son aquéllas que tienen mala memoria porque olvidan y perdonan fácilmente, no albergan en su corazón odio ni resentimiento.     Anónimo
Cuando nuestro sistema inmune presenta una condición de salud no deseada, el primer paso hacia la curación, después de consultar su médico, por supuesto, es la actitud que asumamos para enfrentar esa situación.  La depresión es la peor compañera, la resignación no es una opción, el por qué a mí? No es una solución, y mucho menos reclamar a Dios! Hablar a todos sobre ello sólo nos sumerge más profundamente en el padecimiento, desconcentrándonos del pensamiento de la curación.

Ante un cuadro complicado de salud,  examinemos hacia atrás qué acontecimientos nos han golpeado sensiblemente (pérdida de un ser querido, penas morales o económicas, etc.).  Tratemos de recordar qué experiencias nos han marcado espiritualmente. 


Aunque suene extraño, agradecer a Dios la experiencia que vivimos, agradecer la situación  de salud que estemos enfrentando, pedir perdón y perdonar, sonriendo internamente, orar pidiendo a Dios (a la divinidad, al universo o como le llamemos), pedir el restablecimiento de nuestra salud, pero pidiendo con sinceridad, con humildad y fervor, concentrándonos y dando gracias por nuestra sanación, puede ser el camino más corto hacia la curación deseada, una curación verdadera porque se genera desde nuestro propio interior y en armonía divina.

Cuando conseguimos esa paz interior, aún en medio del deterioro de salud, experimentamos un inexplicable estado de felicidad interna que nos llena de esperanza, optimismo y deseo de vivir.   La medicina del hombre es siempre  más efectiva cuando se combina con el efecto placebo que añade la fe.

Podemos citar al Dr. John Hagelin, PH.D, físico cuántico y educador, quien dice:  “Pensamientos más felices conducen a una bioquímica más feliz.  A un cuerpo más feliz y saludable.  Está demostrado que los pensamientos negativos y el estrés perjudican al cuerpo y al funcionamiento del cerebro, porque nuestros pensamientos y emociones están continuamente reconstruyendo, reorganizando y recreando nuestro cuerpo”

Aunque sea difícil en los tiempos que vivimos, tratemos de mantenernos física y mentalmente sanos, aplicando la “Fuente de la Juventud” que consiste en: bajar al mínimo el estrés, comer sano y variado, dormir suficientemente, hacer ejercicio, visualizar y sentir nuestra salud de cuerpo y mente , y sobre todo, no perder el sentido del humor!     Por algo dicen que la risa es un remedio infalible.

Gracias Dios por todas los dones, las experiencias, la Salud…   La Vida!     A Sonreír!!!



L. Cedeño S.

martes, 13 de agosto de 2013

PERSONAS - Vida/Aprendizaje

“Conserva en tu vida aquellas personas que llegan para hacer de ti una mejor persona”

Una frase muy sabia, porque a lo largo de nuestras vidas encontraremos cientos de personas.   Entre las numerosas personas que veremos desfilar, habrá de todo: El sincero, el parlanchín, el deshonesto, el malhumorado, el virtuoso...  Entre todos ellos, aprenderemos a seleccionar a quienes nos llamen la atención por sus cualidades o por empatía. Lo más importante de ese trato, de esa convivencia con tantas personas diferentes,  es que, sin excepción, cada una de ellas  será para nosotros un maestro que nos dejará un aprendizaje.

Aprenderemos que existe un grupo: Familiares (hijos, padres y hermanos)
que siempre nos acompañarán, y de los cuales es casi imposible apartarnos, porque nos llegan en orden divino…  Todas las demás personas que encontramos en nuestro camino son elegibles (amigos, compañeros de trabajo, jefes, vecinos, parejas sentimentales, con quien casarnos, etc.)  Dependerá de cada uno de nosotros escoger quién será nuestro maestro.

Tengamos presente que pueden aparecer en nuestras vidas personas en “segunda oportunidad”, personas que tal vez hicieron todo para perdernos… Posiblemente nos defrauden nuevamente.  Ese tipo de experiencia nos enseñará que es mejor apartarse de los círculos viciosos. Siempre aparecerá, en algún momento,  alguien que nos deba una disculpa, el punto importante es que ya no nos importe…  Ya habremos dado gracias por la experiencia. Aprenderemos  que la soledad no es excusa para frecuentar a quienes nos han maltratado, personas que no merecen nuestra atención.

La experiencia nos enseñará que no es necesario atraer a nuestro entorno a muchas personas, que esos maestros llegan en el momento preciso.  La experiencia también nos enseñará que aquéllos que ya no están a nuestro lado  tal vez cumplieron su misión con nosotros, o nosotros con ellos.   

Si sentimos deseos de saber de alguien, significa que es importante, que por algo existe en nosotros ese sentimiento, aprenderemos a buscarla, a comunicarnos con ella porque luego puede ser tarde.

De nuestras experiencias aprenderemos que el centro de nuestra existencia somos sólo nosotros mismos. No centraremos nuestra vida en nadie más.

Aprenderemos que para una mejor calidad de vida  no tenemos necesariamente que interactuar con todo el que nos rodea, podemos escoger a las personas que consideremos de sentimientos nobles, aquéllas que siempre tienen algo positivo que decir sobre los demás, aquéllas que no ofenden de palabra u obra, quienes no maldicen y prefieren guardar silencio cuando la situación se presenta incómoda. Aprenderemos a protegernos, guardando distancia, cordialmente, de aquéllos que nos causan malestar o inquietud.  Aprenderemos a vivir, convivir el día a día con quienes nos toque en cada momento, dando Gracias por todas las experiencias vividas.

Somos Luz, atraigamos personas de luz para iluminar nuestras vidas!


L. CEDEÑO S.

sábado, 27 de abril de 2013

TRABAJO / Pan de Vida



El trabajo siempre ha sido necesario para el sustento del ser humano.  Tenemos referencias del trabajo desde la prehistoria.  La caza, la pesca y posteriormente el cultivo, cuando el hombre primitivo pasó a ser sedentario, nos hablan de sus esfuerzos para sobrevivir.  Llegan las guerras, las conquistas y con ellas la esclavitud.  Trabajo de sol a sol, por una ración de comida y tal vez un techo.  El mundo se amplía, el número de personas crece, la esclavitud y el feudalismo lentamente desaparecen y el ser humano tiene que buscar su sustento particular. Ya no es un esclavo o un siervo, ya no depende de un amo, un señor.   

En el Siglo XVI, en Inglaterra, aparece para la gran masa  la oportunidad de insertarse al mundo laboral, a través del capitalismo comercial, reemplazando el sistema feudal.  Posteriormente encontramos, hacia finales del Siglo XVII y principios del Siglo XVIII, un nuevo mercado laboral, con el capitalismo industrial. Ya formalizada y definida la labor del ser humano por una remuneración para suplir sus necesidades, desaparece la visión de esclavitud y surge la relación de empleado y empleador, aunque con muchas desventajas para el trabajador.

Comienza la lucha por conquistas laborales, principalmente definir la cantidad de horas de trabajo.  El trabajador tuvo que esperar hasta mayo de 1886, cuando en Chicago, Estados Unidos los movimientos obreros sindicalistas, sacrificando muchos hasta sus vidas, obtuvieron la definición de una jornada de 8 horas de labor diaria.  En  el Congreso llevado a cabo en París, en julio de 1889,  se instaura el  día 1ro. de mayo, como el  "Día Internacional del Trabajador", que celebramos en la actualidad, en honor a los sindicalistas caídos en Chicago en 1886.

A menudo escuchamos la frase "El trabajo es un castigo".  Si tomamos la palabra latina "Trabajolium" o "Trepalium", ésta última que se refiere  a algo parecido a un cepo que se utilizaba para sujetar caballos y bueyes, vemos cómo desde épocas muy antiguas se ha asociado el trabajo, con el castigo.

Desterremos de nuestro interior el concepto de "Trabajo-Castigo".  En nuestra sociedad actual, el 99% de los seres humanos tiene que trabajar para subsistir. Sigue siendo una realidad la frase "Quien no trabaja, no come".  Aún los que poseen grandes capitales tienen que velar por sus intereses y eso, es trabajo... Hoy, el hombre y la mujer,  si no es trabajador independiente, tiene necesariamente que integrarse al mercado laboral, para lo cual, necesitará los conocimientos, las herramientas que le habiliten para competir por un puesto de trabajo y desempañar eficientemente sus funciones, para conservar su empleo.  

El trabajo perfecto no existe, pero podemos tratar de prepararnos para desempeñar una labor acorde a nuestras capacidades, afinidades y habilidades personales.  En la medida que sintamos satisfacción por el trabajo que realizamos, será más fácil el buen desempeño de nuestras funciones. Tener un empleo de cualquier naturaleza, un empleo digno, es un regalo que sí dignifica al ser humano. Es un regalo que debemos cuidar, que nos  impulsa al desarrollo personal, que, con dedicación y esfuerzo, nos brindará un mejor nivel económico en beneficio propio y el de la familia.
  
Tengamos siempre presente que los empleos no son eternos, aunque en algunos países de Oriente, hasta hace pocos años,  era un deshonor tener dos o tres empleos a lo largo de tu vida.  Podemos cambiar de empleo si lo consideramos necesario.  Además, en un mundo cambiante, como el que vivimos, las circunstancias mismas nos obligarán a cambios laborales. Cada oportunidad de empleo es un cambio de vida.   De cada actividad laboral habremos obtenido un aprendizaje, una experiencia de vida.

Sobre el trabajo algunos notables han dicho:

  • Lo que con mucho trabajo se obtiene, más se ama.     Aristóteles
  • Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar un solo día de tu vida.  Confuccio
  • Trabaja en algo para que el diablo siempre te encuentre ocupado.  San Jerónimo
  • Todos buscan trabajo pero cuando lo encuentran quieren otro.   Anónimo
  • El trabajo aleja de nosotros tres grandes males:   El aburrimiento, el vicio y la necedad.  Voltaire
  • Dar a un hijo mil onzas de oro no es comparable a enseñarle un buen oficio.  Proverbio chino
  • Marcharían mejor las cosas si cada cual se limitara a ejercer el oficio que le es conocido.  Platón
  • Dale al trabajador su salario antes que se haya secado el sudor de su frente.  Mahoma
  • Encaríñate con tu oficio y descansa en él.  Marco Aurelio
  • Los dioses ayudan a los hombres que se ayudan a sí mismos, y esto es mediante el trabajo.  Virgilio
En el mundo de hoy, los padres son el pilar fundamental para el desenvolvimiento futuro de los hijos.  Los padres tendrán que trabajar arduamente para educar un ser humano capaz de enfrentarse a la vida.  Para esto, el niño tendrá que desarrollar hábitos de estudio, y disciplina. Un niño, un adolescente tiene que ir a la escuela, los niños en las calles  no utilizan su mente y su tiempo en nada productivo.  Dicen que  "En mente ociosa, taller del diablo".  Por eso, digamos un rotundo "NO" al trabajo infantil.   El trabajo del niño es estudiar y prepararse para enfrentar la vida de adulto que le espera. 

El joven principiante, apenas culmine sus estudios, se verá obligado a insertarse a un mundo laboral cada vez más exigente y competitivo, la misma sociedad le obligará a trabajar, a producir para sostenerse, a interactuar con personas desconocidas, con las cuales compartirá en ocasiones más horas que con su propia familia.  El trabajo le abre las puertas hacia la vida adulta, hacia Una Nueva Vida.

Si nos remontamos a la filosofía de la sociedad romana, griega o egipcia, encontraremos que el trabajo remunerado era calificado como "indigno", porque el ocio se consideraba un distintivo de la clase alta.  Aún siendo "acaudalado" quien tenía que trabajar para conservar sus bienes, no era precisamente muy bien aceptado entre los de clase privilegiada.

Muy atrás ha quedado la filosofía del ocio. En el mundo de hoy  la holgazanería y  la vagancia no son una opción de vida.  El mundo, las oportunidades son para  quien trabaja para su beneficio, el de su familia  y de la sociedad en que se desenvuelve.  El trabajo es el motor que mueve el mundo!    Honor y gloria a todos los trabajadores que llevan el pan a su hogar, con el sudor de su frente.  Feliz Día del Trabajo!

L. Cedeño S. 

martes, 16 de abril de 2013

SER MADRE - Una Nueva Vida



Como la tierra,  el agua, el universo, la Madre es vida, es sendero de luz hacia la evolución.
 En cualquier escenario en que la mujer se involucre como madre, sea biológica, adoptiva o sustituta, experimentará un cambio drástico en sus sentimientos y rutina de vida.


Especialmente cuando ese nuevo ser es de consanguinidad directa,  cuando ha sido concebido, gestado y traído al mundo a tavés de ella, la mujer lo identificará como suyo, como su propiedad.  Lo cuidará, defenderá y protegerá, como deber y derecho divino.  Para reafirmarle  ese regalo mágico de la maternidad, la naturaleza le ha concedido a la madre ser la proveedora del primer alimento que necesita el recién nacido para subsistir, un ser que, a partir de su nacimiento, dependerá solo de ella.  La mujer, ahora madre, modificará, sacrificará muchos intereses de su vida, porque en su naturaleza, en su interior, alberga ese sentimiento mezcla de amor incondicional, sentido de protección, sacrificio y ternura... El instinto materno. Ese acontecimiento físico y emocional que experimentó la nueva madre la envolverá y obligará a  "Vivir una Nueva Vida".


En la sociedad actual, más que nunca, la madre desempeña varios roles, es  niñera, enfermera, cocinera, maestra/institutriz, compañera de juegos, chofer, psicóloga, (muchas veces madre y padre al tiempo) y sobre todo, vigilante. La madre de hoy, en ocasiones relega a un segundo plano sus ilusiones, su vida profesional  y social y hasta su grácil figura femenina, en favor de la maternidad.   Ser madre es un trabajo, no remunerado, de 24 horas al día,  especialmente en los primeros años de vida, cuando lidiará con las fiebres y todo el proceso de crecimiento del niño, no importa si  se tiene que cumplir con una jornada laboral fuera del hogar.  Será la madre quien se encargue de su educación de hogar y social, de las enseñanzas de las buenas costumbres y modales, (porque la educación de hogar, no se improvisa), complementará la educación escolar que continuará por muchos años más.  La madre siempre verá los hijos como terreno fértil para labrar su futuro mientras convivan bajo el mismo techo, en el seno materno.


En muchas ocasiones aguantará la respiración cuando los hijos le contesten, en esos momentos que creen que ya lo saben todo, o la critiquen al conducir, cuando tendrá que recordarles que ellos eran bebés  cuando ella ya conducía para llevarlos al pediatra. Aguantará la opresión en el pecho cuando de adolescentes ya no conozca sus amigos y empiecen a salir. Peleará contra el sueño, mirando pasar las horas, hasta que lleguen en la madrugada, para entonces hacer creer que está profundamente dormida.


La palabra más cercana para definir  la labor de una madre sería "ABNEGACION".  La madre asume, por amor, de manera natural y desinteresada,  un compromiso de  por vida, sin esperar retribución. Como parte de la vida cotidiana vivirá paralelamente la vida de sus hijos, sufrirá sus frustraciones, penas y fracasos.  Para no mentir, callará, ocultará secretos, justificará y perdonará faltas y tendrá en ocasiones que convertirse en cómplice ante situaciones que simplemente se le salgan de las manos, pero, también disfrutará y compartirá con orgullo sus alegrías,  sus triunfos, sus realizaciones, como si fueran propios.  Para la madre, su gran medalla al mérito, su gran trofeo, su mayor satisfacción de vida será ver sus hijos convertidos en personas de bien, en seres humanos capaces de enfrentar su propia vida.


Como ley de vida, los hijos se emanciparán, harán su tienda aparte y solo restará bendecirlos y orar para que, en la vida que escogieron apliquen algo de las enseñanzas transmitidas, deseando que su camino y el de su descendencia, sea más fácil que aquél que la madre ha tenido que caminar.
   
Algo muy cierto es que, no importa cuánto les enseñes, como los eduques, los hijos siempre darán sorpresas...  harán su voluntad, escogerán su propio camino.   Dice un adagio popular: "Hijo pequeño, preocupación pequeña... Hijo grande preocupación grande".   Otra certeza es que, no importa qué tan adulto sea un hijo, para la madre es su hijo siempre.  Sus sentimientos hacia él serán los mismos siempre; lo protegerá y defenderá, su mundo siempre girará en torno a él,  y siempre elevará una oración pidiendo para él protección y amor, en cualquier lugar donde se encuentre.

BENDICIONES A TODAS LAS MADRES, EN TODO EL MUNDO. ¡GRACIAS POR SU CORAJE, SU NOBLEZA DE ESPIRITU Y ABNEGACION SIN PAR!

L. CEDEÑO S.

lunes, 25 de marzo de 2013

BASILICA DE LA SANTA SANGRE


En la Basílica de la Santa Sangre, en la ciudad de Brujas, Bélgica, se encuentra la  urna que contiene algunas gotas de la sangre de Cristo, a solicitud del Papa “Diederik van den Elzas” (Thierry de Alsace, Conde de Flandes), quien tomó parte en las Cruzadas.  Desde Tierra Santa trajo la reliquia de la Santa Sangre que según cuenta la historia, obtuvo por medio de un patriarca de Jerusalén y la ofreció en regalo a la ciudad de Brujas. 

Inicialmente la Santa reliquia fue conservada en la Capilla dedicada a San Basilio, edificación de estilo Romántico, de primera mitad del Siglo XII,  con una fachada fascinante, con figuras de guardianes dorados, ubicada junto al majestuoso edificio del Ayuntamiento, en la Plaza Burg.

Posteriormente, la reliquia se trasladó, a lo alto de la capilla, donde se encuentra la Basílica propiamente dicha, neogótica, (Siglo XV y XVI).   A la Basílica se accede interiormente, saliendo de la Capilla inferior, a través de una impresionante escalera.

Las gotas de sangre coagulada de Cristo, están contenidas en un cilindro de cristal de roca, que a su vez está dentro de una copa de vidrio, decorada con pequeñas coronas doradas.  Este cilindro se conserva dentro de una urna de plata, obra del magnífico orfebre local, Crabbé.


Cuando se expone al público, los visitantes pueden pasar frente a la urna y es permitido tocarla a través de de un contenedor de cristal, bajo estricta vigilancia. 

Anualmente, cada 17 de mayo “Día de la Ascensión” se realiza la procesión, dedicada a la Santa Sangre, en la cual participa el Obispo, y otras autoridades,  ciudadanos y turistas devotos.  La procesión parte desde la Plaza Burg, uno de los mayores atractivos de la ciudad de Brujas.

Para quien profese el Catolicismo, en estadía en la ciudad de Brujas, la Basílica de la Santa Sangre es una visita casi obligatoria.
  
L. Cedeño S.

Fuente:   Visita a Brujas, Abril 2012, Resumen Guía de la Ciudad, Agradecimiento confirmaciones Ayuntamiento de Brujas.

jueves, 21 de marzo de 2013

O R A R - Devoción/Rezar





En todas las civilizaciones, a través del tiempo y de acuerdo a  las diferentes creencias religiosas de la humanidad, hemos encontrado indicios de la oración.  La construcción de los templos milenarios que conocemos, nos hablan de la necesidad del hombre de establecer comunicación, un contacto con algo que si no comprende, siente que está por encima de su condición humana. Anterior al  cristianismo tenemos antiquísimas oraciones entre budistas, hindúes, judaísmo, musulmanes… Oraciones, algunas,  a manera de poemas, cánticos o alabanzas.  Es difícil determinar cuándo fue la primera vez que el hombre oró, de manera personal.  Lo que sí sabemos es que todo ser humano, desde el principio del mundo, en algún momento ha elevado su mirada al cielo o ha cerrado sus ojos, inhalando o “suspirando” interiormente, en comunión con algo superior, consciente o inconscientemente.

La oración que nos enseñan en la niñez, la oración “aprendida” que, recitamos, es el primer vínculo de amor, de contacto con lo divino que experimentamos.  De ahí el compromiso de los padres en la iniciación de sus hijos en la religión, creencia o disciplina que profesarán. Esa oración aprendida es el despertar de la devoción, la reverencia y el fervor que necesitaremos en los momentos de oración. Quien de niño aprenda a rezar, seguro de adulto sentirá satisfacción y comunión con el Creador al orar.

En principio, rezamos por costumbre, “recitamos” las  oraciones o salmos aprendidos. Más adelante “hablamos con Dios”, con nuestras propias palabras, orando por nosotros mismos o a intención de terceras personas. Oramos ante alguna necesidad, arrepentimiento, para hacer todo tipo de peticiones, pedir perdón, para agradecer, para pedir bendiciones, dar gracias, hacer ofrendas o cualquier otra cosa que se nos ocurra.  No importa el motivo, Dios siempre está ahí para escucharnos.

El sentido de la oración es acercarnos a Dios, a la Divinidad, al Creador, al Padre (como quiera que lo identifiquemos).   Algunas religiones oran, por obligación, varias veces al día…  Muchos iniciados en otras filosofías oran después de una meditación.  Oremos donde nos sintamos mejor en  nuestro entorno.  Podemos sentarnos cómodamente,  juntar las manos, o extender los brazos al cielo,  algunos prefieren ir a un templo y arrodillarse, los reclinatorios que usaban nuestros antepasados para rezar de rodillas han desaparecido de los hogares.
 
Para orar, lo más importante es la intención, tener un corazón abierto, ese sentimiento de respeto, reverencia y concentración.  Cualquier momento o lugar es bueno para orar.  Sin embargo, un ambiente de paz y silencio, un momento del día asignado expresamente para la  oración diaria, será siempre más sublime, íntima y gratificante.  Es más fácil orar, cuando estamos relajados, solos y en silencio.  Al comienzo, o al final de nuestras oraciones, incluyamos siempre un “Gracias”, el agradecimiento trae consigo nuevas bendiciones.

Recordemos siempre que la oración es un “Don” que Dios le ha otorgado al ser humano para acercarse y comunicarse directamente con El, para expresar nuestros pensamientos, sentimientos y deseos… Para lograr hacer tacto espiritual, una íntima comunión con el Creador..   

Mi oración, como el incienso, se eleve a ti mi Señor”…   ¡Gracias Padre, Dios de Luz, dador de Vida!


L. Cedeño S.


viernes, 8 de marzo de 2013

M U J E R "Día Internacional"

Otro 8 de marzo, “Día Internacional de la Mujer”…  Podemos tomar un artículo, como este, de marzo de 2013, y publicarlo sin editar, porque lamentablemente no hay cambios significativos a favor de la mujer. Como cada año, conferencias, foros internacionales, denuncias, reclamos. Eso es el “Día Internacional de la Mujer”, un evento, una fiesta de luces con muchas sombras, homenajes, rosas y espinas…



La mujer, descrita  como:   Lo opuesto al hombre, complemento del hombre, género femenino de la raza humana, dotada de órganos de reproducción que continuarán la especie y  de glándulas mamarias para preservar la raza,  la mujer, regularmente de complexión física menor que el hombre, rara vez es descrita como  ese ser divino, capaz de albergar la magia de la vida en su vientre.  No es descrita como un ser dotado de una infinita dulzura y compasión, dotada de nobleza, lealtad y una capacidad de sacrificio inimaginable.  Un ser de una inteligencia, intuición y destrezas  naturales, un ser de magia y encanto natural.  Un ser de una fortaleza férrea, y fragilidad de flor, rígida como el acero y moldeable como la cera, cuya debilidad es ser capaz de sucumbir sumisamente  ante el amor y el buen trato.

A través de la historia, la mujer ha luchado arduamente por mantenerse activa en la sociedad, ha peleado por conseguir ser admitida en un esquema de igualdad.   Desde los remotos intentos históricos,  de reconocimiento a la mujer, como en la época de Justiniano, impulsados por Teodora (501-548), o  la “Declaración de los derechos de la Mujer y de la Ciudadana”, redactada por Olympe de Gouges en 1791, la concesión de igualdad legal, profesional, moral,  social, política, familiar a la mujer,  han ido cediendo en muchos países, pero  a pasos muy, muy  lentos…  Podemos tomar, por ejemplo, que  en cuanto a la moral se refiere, la sociedad juzgará siempre a la mujer más duramente que al hombre. 
 
Han pasado siglos para que la mujer obtenga  algunos “logros” de igualdad, que  se han traducido básicamente al campo laboral, a la igualdad ante la ley  y al voto femenino.  Este último, increíblemente todavía estamos viendo países que han aceptado el voto de la mujer apenas en años recientes,  otros, ni siquiera lo contemplan todavía...

La mujer de Occidente, que “disfruta” de esos logros, ejerce por necesidad, un doble papel en la sociedad.  Ha tenido que prepararse, estudiar,  para competir a la par con el hombre en el terreno laboral.  Ante las necesidades del hogar y los hijos, la mujer tiene que salir a trabajar, igual que el hombre,  para mitigar la pobreza, por supuesto, sin descuidar su rol de madre, esposa y ama de casa, que le exige y espera de ella la sociedad misma, porque en  muchos países, como la generalidad de Latinoamérica, por ejemplo,  el hombre es sólo hombre  (trabaja para el sustento y nada más, no aguanta la presión de la jornada de trabajo, más las tareas del hogar y los hijos).

Esa doble tributación de la mujer al hogar, a su vida personal, profesional  y de pareja, a su responsabilidad de madre, conlleva todo tipo de cargas emocionales, causantes de la alta tasa de divorcios que observamos.   La pareja, esencialmente la mujer, se siente acorralada, desilusionada y maltratada porque sus esfuerzos generalmente no son reconocidos en el hogar.  La ilusión de la mujer joven antes del matrimonio, de tener un buen esposo, una linda casa (jugar a la casita), hacer una vida juntos, se desvanece ante las necesidades y responsabilidades que se deben compartir en pareja.

En alguna oportunidad nos preguntamos  ¿Por qué un  “Día Internacional de la Mujer”?  y  la respuesta es muy simple… Lamentablemente, cada año recibimos cifras  alarmantes de abusos contra la mujer.  En un mundo de evolución constante, todavía existen países donde la mujer es considerada como otro objeto de la casa, que, hasta se compra y se vende.   Datos suministrados por organismos internacionales revelan que en pleno Siglo XXI existen más de 600 millones de mujeres  que viven en países donde la violencia doméstica contra la mujer ni siquiera  es considera como un delito.  Todavía, en este siglo, hay naciones que no consideran a la mujer apta para votar y mucho menos para ser elegida para un cargo público. 

Dicen que:   “Ojos que no ven… Corazón que no siente”  Muchas de esas millones de mujeres en el mundo no imaginan siquiera la emancipación, la libertad, la independencia.  Su cultura, religión, costumbres, el aislamiento, la no influencia de otras culturas y hasta la ignorancia,  porque muchas no saben leer ni escribir,  las coloca en  mundo de aceptación de  lo humanamente inaceptable para el resto de la raza humana.
  
Es muy interesante ver cómo diferentes personalidades, en diferentes épocas, se han expresado sobre la mujer…

  • El problema de la mujer siempre ha sido un problema de los hombres.  Simone de Beaunoir
  • Sin la mujer al lado, no puede el hombre ser en verdad perfecto.   Ariosto
  • Quien sabe gobernar una mujer, sabe gobernar un estado.  Honore de Balzac
  • En todo momento de mi vida hay una mujer que me lleva de la mano en las tinieblas de una realidad, que las mujeres conocen mejor que los hombres y en las cuales se orientan mejor con menos luces.    Gabriel García Márquez
  • Ninguna mujer se ha perdido sin la ayuda de un hombre.   Abraham Lincoln
  • Los hombres se empeñan en ser el primer amor de una mujer.  Las mujeres prefieren ser la última novela de un hombre.   Oscar Wilde
  • Las mujeres no necesitan estudiar a los hombres, porque los adivinan.  Santa Teresa de Jesús
  • Si hay debajo de la luna cosa que merezca ser estimada y preciada, es la mujer buena.  Fray Luis De León
  • La mujer es más como la noche.  Te rodea, te envuelve, te ahoga, sin ofenderte, sin siquiera tocarte.   OSHO
El pensamiento que más nos conmueve sobre la mujer es el de Mahatma Gandhi, que reza:

·         La mujer es la compañera del hombre, dotada de la misma capacidad mental…  Si por fuerza se   entiende     poder moral, entonces la mujer es infinitamente superior al hombre…  Si la no violencia es la ley de nuestro ser, el futuro está con las mujeres… “

Sigamos conmemorando el  “Día Internacional de la Mujer” porque el verdadero avance de la lucha por los derechos de la mujer, se vislumbra hacia un futuro muy lejano, porque el bienestar de la mujer  lo notaremos el día que no se vea a la mujer básicamente como objeto sexual, o de compra y venta. Sabremos que la mujer es apreciada  el día que junto a mujeres valiosas, mujeres de poder, mujeres santas, inventoras, educadoras, políticas, heroínas de los derechos humanos, mujeres meritorias, no tengamos que ver un anuncio de contenido sexual,  erótico, o morboso, que ofenda la dignidad femenina.

Celebremos el  “Día Internacional de la Mujer” mientras haya que dedicar un día del año para denunciar, para  recordarle al mundo las injusticias contra la mujer, tomemos un día del año  mientras haya padres que lloren decepcionados porque les nació una niña y no un varón, tomemos un día del año  mientras miles de niñas bebés sean abandonadas en las calles o posteriormente vendidas, violadas y prostituidas desde temprana edad.  Dediquemos un día del año mientras el salario de una mujer sea menor, sólo por ser mujer,  celebremos el  “Día Internacional de la Mujer”  mientas sepamos que estamos muy distantes de conseguir un alivio mínimo del día a día de millones de mujeres oprimidas  alrededor del mundo.

 Mientras tengamos que dedicar un día del año para  recordarle  al mundo que la mujer existe como ser humano, con igualdad de derechos, como un ser merecedor de respeto, sobre todo hacia su dignidad e  integridad física, celebremos el  “Día Internacional de la Mujer”  elevando una oración de amor, compasión, solidaridad, esperanza  y consuelo para todas las mujeres del mundo…  Como María:  “Bendita seas entre todas las mujeres”


L. Cedeño S.

Notas del autor…      1)  “No hay necesidad de establecer  un “Día Internacional del Hombre”, porque su día, es todos los días…     2) Algunas escuelas esotéricas dicen que “Ser mujer es  karmático”,  3) Chiste : Cuando Dios hizo al hombre, dijo: “Puedo hacerlo mejor”, entonces creó a Eva…

sábado, 23 de febrero de 2013

LA PALABRA / Don del Ser Humano


Damos tanta importancia al lenguaje oral, al sentido de las palabras, que desde niños creamos paradigmas, no siempre exactos, sobre el verdadero significado de muchas palabras que utilizamos en nuestro diario vivir.   Hemos visto el origen de la creación del mundo y de la humanidad, a partir del pronunciamiento de la palabra.  Hemos escuchado o leído en el Génesis: “Dijo Dios “…  Así, con palabras, Dios le dio nombre a la luz, los cielos, la tierra, etc., hasta llegar a la creación del Ser Humano, también dándole un nombre, una palabra que los distinguiera: Hombre y Mujer.  Si observamos, en todo el proceso de la creación utilizó el verbo, inclusive en el séptimo día, cuando manifestó que se sintió satisfecho de su obra. Dios habló  al hombre y a la mujer, los dotó del habla, les dio instrucciones verbales, que  ellos escucharon.

El “Don” o regalo de la palabra fue tan respetado entre muchas antiguas culturas, hasta el punto de  limitar a rituales, cánticos, alabanzas u oraciones,  la pronunciación  de ciertas palabras o vocablos,  reservándolos sólo  para sacerdotes y elegidos.  Esa  facultad divina de hablar y escuchar, otorgada a los seres humanos, será determinante, desde los primeros años de vida, en su futura educación y en la calidad de su comunicación personal.

Las palabras no existen por si mismas, están íntimamente ligadas al pensamiento y la razón, tanto como al corazón o plano de los sentimientos.  Es por eso que debemos ser cuidadosos para no desarmonizar, provocar que lastimen o generen discordia. Recordemos que el verbo moviliza multitudes, crea o destruye la vida, porque tiene el poder de propiciar la Paz o la guerra.

La palabra permanece guardada en los planos sutiles, en el yo interior, pero una vez pronunciada, llega al plano físico de la manifestación y no habrá marcha atrás. Cada palabra que pronunciamos representa en sí misma una vibración, la vibración que, por uso y significado cultural le hemos atribuido.  Esa vibración de la palabra, ya pronunciada,  impregna nuestro alrededor, viaja en el universo, acciona y regresa con su respectiva reacción en las personas que escuchan y en nosotros mismos. Al cuidar nuestro lenguaje, cuidamos la vibración de nuestro entorno y nuestro ser interior.  Muchos notables están de acuerdo que, con un buen propósito, el creador nos dotó con dos ojos para observar, dos oídos para escuchar, dos fosas nasales para respirar, dando tiempo a pensar,  y una sola boca, para hablar menos. 
   
Las palabras crueles, que causan humillación, tristeza y lastiman, generan vibraciones negativas que producen en el ser humano resentimientos, odio o rencor. Sentimientos  que no curan ni el tiempo, ni el perdón…  Aún el afectado “perdone”, siempre recordará las palabras que lo lastimaron porque las palabras, no siempre se las lleva el viento y el tiempo.

En nuestro vocabulario diario, inconscientemente utilizamos ciertas palabras, modismos,  refranes o consignas  “inapropiados” que pueden rayar en la vulgaridad, causando disgusto a quienes nos rodean.  ¡Cuidado! El malestar que genera a quien le disgusta escucharlo, también regresa hacia quien lo ha pronunciado.  Muchas veces una muletilla o palabra discordante tiene más que ver con la entonación, la fuerza y la vibración con que se pronuncia,  que con el sentido mismo de la palabra. Por algo dicen que “La persona se reconoce por su lenguaje”, por su manera de expresarse…

He aquí algunas consideraciones de notables en relación al don de la palabra:
  • Nuestro lenguaje forma nuestra vida y hechiza nuestro pensamiento.  Albert Einstein
  • Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras.    W. Shakespeare
  • Las palabras bondadosas son la mejor música terrenal y esta música todo el mundo la puede tocar.    Noel Clarasó
  • A menudo me he tenido que comer mis palabras y he descubierto que eran una dieta equilibrada.  Winston Churchill
  • Cuanto más estrecha la mente, más grande la boca.  Ted Cook
  • La ciencia moderna aún no ha producido un medicamento tranquilizador tan eficaz como lo son unas palabras bondadosas.  Sigmund Freud
  • Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para aprender a callar.  Ernest Hemingway
  • No hay espejo que mejor refleje la imagen del hombre que sus palabras.   Juan Luis Vives
  • Quien de verdad sabe de qué habla, no encuentra razones para levantar la voz.  Leonardo Da Vinci
  • Panal de miel son las palabras suaves.   Salomón
  • Las 7 frases más difíciles de pronunciar:  1. Fui yo,  2. Perdóname, 3. Tenías razón, 4. Me gustas, 5. Te amo, 6. Me equivoqué, 7. Adiós.    Anónimo
Al hablar, no se trata de ser sumisos o demostrar debilidad de carácter por manifestar cortesía o amabilidad. Podemos exponer nuestras ideas  con firmeza y determinación, decir un “Sí” o un “No” rotundo, sin ofender, sólo utilizando las palabras correctas, claras y concisas, respetuosamente. Tratemos de incluir en nuestro vocabulario palabras que sabemos son de buena vibración, como aquéllas que derivan de los nombres o dones de las Arcangelinas, tales como: Caridad, gracia, esperanza, felicidad, fe,  paz,  alegría, compasión, constancia (Constanza), armonía y otras tantas.

En el plano físico las puertas no abren con un “Abrete Sésamo” sino pronunciando un mágico “POR FAVOR”, mejor si va acompañado de una sonrisa.  En el mundo espiritual, es aún más fácil, las puertas se abren con un  simple “GRACIAS”.  Cada vez que agradecemos a la divinidad las cosas que nos llegan, con esta maravillosa palabra, esa energía va al universo, se purifica y regresa multiplicada  en vibraciones positivas, en bendiciones.

Apliquemos la trilogía mágica de la palabra hablada al diario vivir:   Saludo, Por Favor y Gracias!

MIL GRACIAS!!!  Bendiciones a todos los que han leído este tema.

L. Cedeño S.

lunes, 11 de febrero de 2013

A M O R - Sentimiento para dos




Podríamos escribir mil páginas  tratando de definir la palabra “AMOR”. Algunos dicen que ya se ha escrito todo sobre el amor y el desamor,  en lo que se refiere al  amor de pareja…  Lo verdaderamente cierto, y en que han coincidido filósofos, literatos, escritores, científicos, poetas, psicólogos y religiosos, es que el amor entre dos no es descriptible, no se puede definir  en sentido pluralizado porque cada pareja es un mundo aparte.  Las personas se conocen, e individualmente experimentan,  sentimientos motivados por una atracción o afinidad inicial.   Un denominador común del amor sano en una pareja, es que involucra emociones sutiles, el romanticismo, la ilusión, la admiración, deseo de protección  y compartir tiempo y espacio con el ser amado.

El amor, esa llama perenne dentro de cada ser humano, que sólo necesita un detonante para avivarse,  esa energía envolvente que gira el mundo, que cruza fronteras, que se congela en el tiempo, permanece en el presente, existe porque el ser humano necesita ese sentimiento, esa ilusión  que llama amor, para sobrevivir.

Se habla tanto del amor, que muchos seres humanos “se enamoran del amor”, creando fantasías y un concepto errado de la persona que puede ser objeto de una futura relación.  En algún momento  llega a su vida alguien “especial” que a los pocos meses o semanas  cae del pedestal, porque llegó una persona común, con virtudes y defectos, no el príncipe o la princesa o el entorno  que se había concebido en  ese mundo de amor, maravilloso y sobre todo romántico, que nada tiene que ver con el mundo real.

La relación de pareja es la más complicada de todas las manifestaciones del amor, porque el amor es un sentimiento muy susceptible a la confusión y entreteje muchas  emociones.  El deseo, la admiración, la afinidad o la pasión que nos inspira alguien, suelen confundirse con el amor… Pasa a ser amor, sólo cuando a todo lo anterior le sumamos el  afecto Si no hay afecto no perdura el sentimiento, porque la pasión y el deseo se consumen en la saciedad, la admiración puede perderse o podemos descubrir que la afinidad no era tanta como creímos.   Sin embargo, cuando existe esa mezcla de amor y afecto, también se siente respeto, deseo de protección y sobre todo, consideración hacia la persona que amamos.  

Pronunciar un “Te quiero”, “te amo”  conlleva un compromiso, que ambas partes tienen que estar dispuestos a asumir, haciendo conciencia de que han de compartir no sólo tiempo, sino también hacer una brecha en ese espacio, que hasta entonces era enteramente privado, abriendo camino hacia una nueva vida que se espera sea de felicidad compartida.

La relación de pareja es complicada, porque puede desencadenar emociones  tan fuertes  y primitivas  del ser humano, como  la obsesión, los celos  o el sentido de  posesión, que pasa a querer subyugar, cambiar a la persona, sus gustos, sus amistades, su estilo de vida y hasta sus sueños. El amor que quiere cambiar a su pareja, el amor que no  enaltece, es mal amor…


Es inevitable enamorarse.  Dicen que Cupido siempre está al acecho para flecharnos, que sobre el corazón no se manda, pero si podemos tener la capacidad de alejarnos de ese  amor que denigra y lastima,  de ese amor que atropella valores, de ese amor que atenta contra nuestra integridad física y emocional, podemos alejarnos de ese “Amor de los Sufrimientos”.

Sobre el amor se han escrito millones de libros, estudios y frases famosas, como:

  • Nadie tiene dominio sobre el amor, pero el amor domina todas las cosas.  Jean de la Fontaine
  • El amor para que sea auténtico debe costarnos.  Madre Teresa de Calcuta
  • Amarse a uno mismo es el principio de una historia de amor eterno.  Oscar Wilde
  • La amistad puede convertirse en amor…  El amor en amistad, nunca.   Albert Camus
  • Tan imposible es avivar la lumbre con nieve, como apagar el fuego del amor con palabras. W. Shakespeare
  • La paradoja del amor es, ser uno mismo sin dejar de ser dos.  Erich Fromm
  • Puedes pasar 10 minutos con el amor de tu vida, y miles de horas pensando en él.  Paulo Coelho
  • Cuando hay amor, la distancia y el tiempo no importa, lo que importa es cuánto estás dispuesto a soportar su ausencia para esperar su presencia.  Carlos de Jesús
El amor verdadero, el amor sano, como todo lo que forma parte de nuestra vida, no es perfecto, viene en oleadas,  con sus altas y bajas,  porque somos seres ante todo emocionales, dos personas diferentes que, de buena voluntad, por ese AMOR que los ha llevado a compartir sus vidas, han de luchar por conservar. 

EL BUEN AMOR ES EL QUE INSPIRA A SER MEJOR PERSONA, MEJOR SER HUMANO, PARA BENEFICIO DE AMBOS.         Suerte!             Felíz Día de San Valentín.


L. Cedeño S.

miércoles, 6 de febrero de 2013

EN UNA VIDA - MUCHAS VIDAS


Un fenómeno muy común en estos tiempos de acercamiento del mundo, son los cambios que  enfrentamos los seres humanos, bien sea por voluntad propia, o por circunstancias de fuerza mayor. Cambios a veces tan rápidos y drásticos que nos sitúan en ámbitos inesperados y desconocidos.  Muy frecuentemente vemos cómo una oportunidad de empleo, negocios, estudios o reunificación  familiar, mueve a una persona o familia completa a una ciudad o país diferente, donde nos esperan otras costumbres, personas, clima y hasta idioma distinto. Simplemente viviremos otra vida.  Cualquier situación migratoria obligará a la o las personas involucradas a una nueva vida
  
De un día al otro, puede ocurrir “un evento que nos cambie la vida” entonces,   experimentamos una nueva vida, miramos a nuestro alrededor y las circunstancias pueden haber cambiado, las personas que nos rodean puede que ya no sean las mismas, a veces el mismo entorno familiar también cambió.  Un matrimonio, divorcio, nacimiento, fallecimiento, encarcelamiento, un flamante empleo, una guerra o la fortuna por herencia o juegos de azar,  sólo para mencionar algunas circunstancias, indudablemente conllevan a una nueva vida.

 Lo que llamamos diferentes etapas, son vidas dentro de nuestro camino de vida, porque cada una de ellas no es sólo un reto,  nos coloca en un escenario diferente, con personajes diferentes, donde tendremos que ser productor, guionista y protagonista. Tendremos que enfrentar los riesgos naturales de vida como enfermedad, preocupaciones, carencias,  ajustes sociales de todo tipo. Tendremos que utilizar nuestras habilidades cognitivas,  aptitudes y actitud frente a imprevistos, hacer uso de cuantas herramientas tengamos a disposición  para, como el camaleón, adaptarnos a esa nueva vida.

Lo más admirable del ser humano es esa capacidad de sobrevivencia, la capacidad de lucha contra la adversidad, para no perder sus sueños, sus esperanzas, buscando realizar sus intereses, sea riqueza,  libertad, amor, desarrollo profesional.  Esa capacidad para salvaguardar y tratar de equilibrar su vida psíquica, emocional y hasta espiritual,  no importa cuántas  veces enfrentemos una nueva vida.

L. Cedeño S.

lunes, 28 de enero de 2013

SONREIR


Definir la sonrisa como “La expresión de un sentimiento a través de un movimiento facial” resulta una descripción triste, precaria para una manifestación hermosa, sobre todo cuando proviene de nuestro interior de manera franca y espontánea. Cuando vemos, escuchamos o percibimos algo de nuestro agrado, la reacción ante qué o quién nos inspira,  motiva inmediatamente que entren en acción nuestras endorfinas y nuestro cerebro. 
Podemos decir que la sonrisa es una de las manifestaciones más bellas del ser humano, porque cuando es sincera irradia belleza, es como un destello directo del corazón.  La sonrisa refleja cualidades como la afabilidad, la amabilidad o la cordialidad, entre otras.  Es tan pura, que de acuerdo a científicos, desde antes de nacer, en el vientre materno, ya sonreímos.  
Grandes Maestros, filósofos y escritores  se han detenido a expresar sus apreciaciones personales sobre la sonrisa:

·         Necesitamos 40 músculos para fruncir la frente y sólo 15 para sonreír – Swami Sirvananda
·         No importa que estés triste, una sonrisa es más que la tristeza de no sonreír.  Anónimo
·         Hay sonrisas que no son de felicidad, sino un modo de llorar, con bondad – Gabriela Mistral
·         Nunca des una espada a alguien incapaz de sonreír y bailar   - Confuccio
·         Es más fácil obtener lo que se desea con una sonrisa, que con la punta de una espada  - William Shakespeare
  •   Nunca dejes de sonreír, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes quién se puede enamorar de tu sonrisa   - Gabriel García Márquez

La sonrisa es mágica porque no necesita idiomas, transmite de manera instantánea.  Su poder es tan grandioso que vemos cómo los  asesores de imagen “enseñan a sonreír” a los actores de cine, políticos o cualquier figura pública. Una sonrisa puede ser recordada para siempre, no importa si es amplia o enigmática…  Para muestra, “La Gioconda”. 

Alguien describió la sonrisa, como la canción silenciosa de los planos sutiles, porque al sonreír, como  cuando oras,  te acercas a la divinidad, armonizando el entorno.  La sonrisa rejuvenece pues libera vibraciones positivas que llegan a todos los músculos faciales.

Al despertar cada mañana podemos inhalar profundamente, exhalar y sonreír, dando gracias por el nuevo día.  Es posible que esa sonrisa perdure durante todo el resto del día…   Una sonrisa es la más grande y reveladora manifestación de nuestro sentir, que podemos transmitir y regalar a los demás.  Una sonrisa podría ser el arma sutil para derrumbar el más infranqueable muro entre dos personas.

L. Cedeño S.

miércoles, 23 de enero de 2013

CONVIVIR


Convivir
En los primeros años de vida vagamos sin un propósito determinado en lo referente a nuestra relación con las personas que nos rodean.  Es en el entorno familiar, cada vez más reducido, pues las familias tienden a ser menos numerosas, donde vamos a recibir las primeras nociones de educación, valores y principios éticos y morales. Es donde  por primera vez  estaremos expuestos a sentimientos como la compasión, la sensibilidad, el amor fraternal, la tristeza o la felicidad, entre otros.  Inevitablemente surgirá  la necesidad de relacionarnos con otros seres humanos fuera del entorno familiar.  Entraremos entonces en un mundo de “compartir” con los compañeros de escuela, quienes podrían llegar a ser los futuros amigos,  profesores, personas extrañas que entrarán en nuestra vida y  necesariamente tendremos que aceptar como parte de nuestro día a día, enseñándonos otras emociones. Conoceremos la competencia, los celos,  la crueldad, la frustración, la afinidad con cierto tipo de personas, etc.  Desde la temprana edad, la vida ya nos está preparando,  para recorrer el largo camino de conocer y compartir con diferentes personas, en diferentes círculos de las  etapas de la vida,  para enfrentar la parte más difícil e indispensable que deberemos aprender y trabajar hasta el fin de nuestra existencia:  “Convivir con las demás personas”.
Convivir con los demás inevitablemente nos zambullirá en la vida misma, porque la convivencia implica no sólo compartir un espacio, sino también aplicar el aprendizaje básico que traemos desde la niñez, como es el respeto a las normas y el  cumplimiento de las responsabilidades que se derivan de cada actividad que realizamos. Convivir implica enfrentar la vida con las herramientas que tengamos, la capacidad para manejar situaciones cotidianas, roces, conflictos menores, que incidirán directamente en el desarrollo y madurez que necesitamos para el buen  desenvolvimiento de nuestra vida adulta.
Relacionarnos, convivir con los que nos rodean, en el hogar, el trabajo y especialmente en la relación de pareja (donde convivir es una responsabilidad por encima del amor) requiere un mínimo de humildad, amabilidad,  educación, cultivar día a día la tolerancia, tratando de fomentar la armonía y la comprensión, entendiendo que “cada cabeza es un mundo” aceptando a los demás como son, aceptando que nadie cambia a nadie, que podemos tener perspectivas diferentes, muchas veces hasta por idiosincrasia, porque somos únicos… Cierto que,  en ocasiones tendremos que respirar muy profundamente, ondear el capote, pasando la más emocionante verónica, guardando sólo para nosotros un asombroso  OOleee!!!
Dicen diferentes doctrinas que la convivencia y la vida en general, sería  muy sencilla si todos aplicáramos la regla de oro universal que reza:   “No hagas a otro lo que no quieres que te hagan a ti “.   Saber convivir es el factor más importante para alcanzar el ambicionado estado de sosiego, la ansiada felicidad, el esperado bienestar que a veces tarda en llegar, y sobre todo,  la imprescindible salud mental, espiritual y física, elementos primordiales para nuestra calidad de vida.    Al final, el éxito de la convivencia se reduce a cultivar desde la niñez dos valores básicos: Educación y Respeto al prójimo.

L. Cedeño S.

viernes, 18 de enero de 2013

VIDA



Una corta palabra que escuchamos o pronunciamos a diario y en cuya definición no se ponen de acuerdo científicos, poetas, matemáticos y religiosos pues así como depende del crisol con que se mira, también depende de cada individuo…  En lo que sí estamos de acuerdo es que es un proceso de nacer, crecer, reproducción hacia nuevas generaciones, evolución por aprendizaje individual y muerte.  Escuchamos la palabra vida como un genérico y lo es en el buen sentido de la palabra porque todo lo que nos rodea, conlleva el aliento divino.

Nos colocan en este mundo para vivir nuestra  “vida individual”  sin un manual de instrucciones, sólo con una herramienta común, los cánones de conducta transmitidos y heredados de la cultura de nuestros padres y la sociedad donde experimentaremos  las diferentes etapas que harán de cada individuo lo que  espera de él en el mundo de hoy: Un hombre de bien, que tiene que educarse y competir en muchos escenarios para ser exitoso.  Un ser humano que al final compartirá el deseo común de la humanidad: El bienestar en todos los aspectos de su vida… El resumen de la vida, que llamamos La Felicidad.

Durante toda nuestra existencia, en diferentes círculos de personas y diferentes circunstancias, estaremos interactuando con  distintas personas de las cuales aprenderemos o a las cuales daremos enseñanzas.  Transitamos por el mundo, recorriendo o inventando caminos, viviendo nuestros aciertos y desaciertos, en ese eterno presente, mirando hacia un futuro que aún no llega y un pasado que simplemente ya pasó,  tratando de descifrar lo que llamamos destino y alcanzar la meta final de Bienestar y Felicidad.

Despertamos un día y vemos que, lo que llamamos vida es un conjunto de altibajos y experiencias muchas veces repetitivas pues los eventos pueden ser recurrentes en nuestro alrededor y aunque no podamos evitarlos  sí podemos no repetir la experiencia cambiando nuestra manera de reacción y acción frente a éstos.    En ese despertar descubrimos que el “Nunca jamás” no existe, como tampoco existe el “Para siempre”. A partir de ese momento podemos limpiar nuestro entorno, borrar todo aquello que sabemos lastima o simplemente no nos sirve de nada, dar gracias por las experiencias y el aprendizaje que nos ha dejado, dejando que entre a nuestro interior un rayito de luz.  

Es sano para nuestro cuerpo físico y nuestro interior aprender a vivir la vida presente de la mejor manera posible, continuando la interacción con todo lo que nos rodea, pues en estos tiempos es difícil convertirse en monje o ermitaño y aislarnos del mundo exterior, sigamos aprendiendo, extendiendo y disfrutando al máximo cada momento feliz, buscando un momento de brillo a cada día… Es entonces cuando no nos importará si procedemos de la sopa biológica o si somos polvo de estrellas.  Vivamos de la mejor manera posible, esta vida, la que vivimos ahora!


 L. CEDEÑO S.