En la Basílica de la
Santa Sangre, en la ciudad de Brujas, Bélgica, se encuentra la urna que contiene algunas gotas de la sangre
de Cristo, a solicitud del Papa “Diederik van den Elzas” (Thierry de Alsace,
Conde de Flandes), quien tomó parte en las Cruzadas. Desde Tierra Santa trajo la reliquia de la
Santa Sangre que según cuenta la historia, obtuvo por medio de un patriarca de
Jerusalén y la ofreció en regalo a la ciudad de Brujas.
Inicialmente la Santa
reliquia fue conservada en la Capilla dedicada a San Basilio, edificación de
estilo Romántico, de primera mitad del Siglo XII, con una fachada fascinante, con figuras de
guardianes dorados, ubicada junto al majestuoso edificio del Ayuntamiento, en
la Plaza Burg.
Posteriormente, la reliquia se trasladó, a lo alto de la capilla,
donde se encuentra la Basílica propiamente dicha, neogótica, (Siglo XV y XVI). A la Basílica se accede interiormente, saliendo
de la Capilla inferior, a través de una impresionante escalera.
Las gotas de sangre
coagulada de Cristo, están contenidas en un cilindro de cristal de roca, que a
su vez está dentro de una copa de vidrio, decorada con pequeñas coronas
doradas. Este cilindro se conserva
dentro de una urna de plata, obra del magnífico orfebre local, Crabbé.
Cuando se expone al
público, los visitantes pueden pasar frente a la urna y es permitido tocarla a
través de de un contenedor de cristal, bajo estricta vigilancia.
Anualmente, cada 17 de
mayo “Día de la Ascensión” se realiza la procesión, dedicada a la Santa Sangre,
en la cual participa el Obispo, y otras autoridades, ciudadanos y turistas devotos. La procesión parte desde la Plaza Burg, uno de
los mayores atractivos de la ciudad de Brujas.
Para quien profese el
Catolicismo, en estadía en la ciudad de Brujas, la Basílica de la Santa Sangre es
una visita casi obligatoria.
L. Cedeño S.
Fuente: Visita a Brujas, Abril 2012, Resumen Guía de
la Ciudad, Agradecimiento confirmaciones Ayuntamiento de Brujas.
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