sábado, 6 de septiembre de 2014

MI UNICORNIO

Rinoceronte, búfalo o caballo, su presencia ha sido reseñada históricamente,  formado parte de la mitología de diversas culturas, desde los griegos, vikingos,  India, China, la Europa de la Edad media, hasta datos más recientes del año 2008 del parque natural de Prato (Toscana), Italia y la noticia sobre los hallazgos de un grupo de arqueólogos de la academia de ciencias sociales de la Universidad de Pionyong, a 200 metros del templo Yongmyyong, que divulgó la  Korean Central News Agency, en noviembre de 2012.


Encontramos la palabra unicornio hasta en traducciones bíblicas, como en la traducción Reyna-Valera de 1904, en Números 23:22, “Dios los ha sacado de Egipto, tiene fuerzas como de unicornio”.  Posteriormente, otras traducciones han utilizado la palabra búfalo o buey.

El unicornio ha sido descrito como un ser mágico, de belleza sublime,  un ser majestuoso que ha inspirado innumerables historias de fantasía, a poetas, pintores y escultores.  Aun en nuestra época su simbolismo inspira a compositores, diseñadores, fabricantes de juguetes y guionistas de cine. 

Cuenta la leyenda que eran sumamente ariscos, solo se dejaban ver de personas de corazón puro y tocar de aquellas personas de bondad y ternura. Eran celosos de su libertad, por lo cual morían rápidamente en cautiverio. 

Sin embargo, sucumbían ante la belleza del alma, sobre todo ante una doncella; entonces se volvían dóciles y no les importaba perder su libertad, a cambio del cariño y cuidado de quien adoptaban como su dueña.  Es por esto que encontramos tantas representaciones de vírgenes y unicornios en pinturas y tapices antiguos.

Lamentablemente, debido a los poderes mágicos que se les atribuían, eran muy perseguidos por los cazadores.  Se decía que eran inmunes a los conjuros y venenos, tenían el don de purificar las aguas cuando la punta de su cuerno tocaba el agua donde bebían.  Su cuerno, reducido a polvo tenía poderes curativos y alargaba la vida.

Mito o realidad,  la magia que envuelve al unicornio ha trascendido al tiempo porque refleja   elementos de esa fantasía de amor, bondad y belleza que necesita el ser humano para alimentar su alma.


L. CEDEÑO S. 
  
Un tema extraño para estos tiempos de intereses puramente materiales y tecnológicos.  De algo tengo la certeza, sí tengo un unicornio, aunque no precisamente azul.

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