martes, 21 de julio de 2015

LOS MANTRAS

El término mantra proviene del sánscrito ( man - mente y el sufijo -tra, que puede traducirse como –liberador).  La palabra mantra podríamos traducirla como “pensamiento” pues en sí misma, una  sílaba puede abarcar frases,  oraciones y conceptos completos.

Cuando se pronuncia la palabra mantra, muchas personas piensan en el mantra universal “OM”.  Por desconocimiento, este mantra sagrado, de vibración extraordinaria, ha sido mal usado, avasallado y hasta ridiculizado, sin saber que para el hinduismo representa el sonido creador del universo y el principio de la existencia.

En el hinduismo  encontramos por primera vez la palabra mantra en uno de los cuatro libros sagrados más antiguos de la India:  Rig-veda, hacia mediados de 2000, a.C., donde significa “instrumento de pensamiento”. Un mantra sagrado y muy conocido  del hinduismo es “Om Namah Shivaya” que significa “Reverencias a Shivá”.

Aquellos que han tenido la oportunidad de acercarse a la filosofía yoga, a una escuela como Mantra Yoga Meditación, conocen una técnica de meditación personal  muy profunda,  pues penetra en los niveles más sutiles de la conciencia. El Mantra Yoga Meditación es una técnica milenaria que sigue las enseñanzas   transmitidas por Sri Shánkaracharya, Santa Orden de los Swamis. Esta técnica fue introducida a occidente por el Maestro Swami Gurú Devanand Saraswati Ji Maharaj.

Para religiones como el hinduismo y el budismo, un mantra, de una sílaba, una palabra o una frase sagrada, se recita para fortalecer la invocación a la divinidad en la meditación.

El budismo tibetano recita cada mantra, dirigiéndolo a hacia un aspecto de la iluminación.  Por ejemplo, el mantra “Om Mani Padme Hum”  se utiliza específicamente para la compasión.  (Ver nuestro tema de abril de 2014).  Aunque algunas tradiciones budistas  opinan que un mantra solo tendrá efecto si su recitación es autorizada o supervisada por un gurú o un lama, maestros como el Dalai Lama indican que este mantra será siempre útil, si quien lo recita siente y piensa su significado.

Los mantras generan vibraciones muy altas, el sonido es vibración y la vibración es energía,  que cuando repetimos un número de veces con un propósito específico produce una frecuencia capaz de enfocar nuestra mente, motivando cambios internos.  
   
Con la repetición continua y concentración en el mantra, nuestra mente va reemplazando los cientos de pensamientos que afloran, con lo cual la persona logra un estado de relajación y concentración más profunda, una meditación  centrando su atención en su propia conciencia.

Un mantra, que, aunque milenario,  se ha  conocido y propagado en las últimas décadas, proviene de las islas Hawaii:   El Ho'oponopono, es a la vez mantra y técnica de sanación interna ante  una situación que requiera armonía, reconciliación, sanar heridas, recuperar el amor y perdonar. El mantra dice: “Lo siento, perdóname por favor, te amo, gracias”.  Practicar este mantra, aún pensemos que no tenemos algo de qué arrepentirnos, o que no ha sido nuestra culpa, tiene el  poder de sanar, purificar nuestro espíritu, nuestra mente y nuestro cuerpo.  (Ver nuestro  tema de abril-14).

Existen muchos mantras en todas  las religiones.  Los mantras “limpian” la mente, los pensamientos impuros, purifican el alma y el entorno de las personas.  Cualquiera que sea el mantra que nos llegue, ojalá por vía de un Maestro, tengamos en cuenta que los mantras no son un rezo, se repiten rítmica y rápidamente, a semejanza de algunas oraciones o letanías que hemos aprendido en occidente.

Algo importante es que un mantra se pronuncia o se repite mentalmente, dependiendo si se trata de un mantra personal o ceremonial.

Cuando un mantra  se practica con dedicación, su fuerza vibracional empieza a actuar de inmediato.  Muchos a nuestro alrededor notarán un cambio, pero, especialmente lo sentiremos nosotros internamente.

Nuestro mantra llegará, cuando seamos conscientes de su grandeza, sus beneficios espirituales, su alta vibración y fuerza enérgica, el cual pronunciaremos si tenemos el entorno adecuado (dependiendo del mantra) o repetiremos mentalmente, con toda la devoción y reverencia de su significado sagrado.  Nuestro mantra personal  nos encontrará en el momento adecuado porque, “cuando el discípulo está preparado, el maestro no se hace esperar”.


L. CEDEÑO S.

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