Por ley
natural inevitablemente tendremos que relacionarnos con familiares, amigos,
compañeros de estudios o trabajo y todo tipo de personas que encontramos en
nuestro diario vivir. Conoceremos sus
deseos y necesidades, así como tal vez ellos conocerán las nuestras. En cualquier momento tendremos la oportunidad
de hacer algo en beneficio de otra persona o viceversa. Al llevar a cabo esa ayuda, solicitada o
realizada por iniciativa propia, estaremos haciendo o recibiendo un “favor”.
Muchos
grandes pensadores de la historia han coincidido en que entre los hombres el
“don” no existe, lo que existe es el intercambio porque por naturaleza todo el que da espera recibir
algo a cambio.
Sin
embargo, la experiencia nos enseña la satisfacción que se siente cuando hemos
podido favorecer a alguien desinteresadamente.
Cuando damos sin esperar, cuando favorecemos a alguien de corazón, y somos capaces de olvidar la acción, esta
actitud se vuelve parte de nuestro proceder, parte de nuestro yo interno. Cuando se da sin esperar nada a cambio no se
vivirá la experiencia de la decepción o la ingratitud.
No
quiere decir que accedamos a todo lo que se nos solicite. Siempre tendremos el derecho a decir un
rotundo “NO”, a cualquier solicitud que esté fuera de nuestro alcance o
comprometa nuestros principios, no importa que la persona se ofenda o quiera
hacernos sentir mal.
Podemos
hacer mucho bien, sin importar que la o las personas beneficiarias no se
enteren. Nuestro yo interior sentirá esa satisfacción íntima de haber
contribuido a la felicidad ajena, porque no estamos esperando retribución. Sin
embargo, a toda acción, una reacción, el universo mismo se encarga de
devolvernos multiplicadas todas las buenas obras que podemos ejecutar. Por algo existe el refrán: “Haz el bien sin
mirar a quien”.
Las frases
y refranes populares relativos a dar y
recibir favores reflejan sentimientos de todo tipo por la sencilla razón de que
hay favores recibidos que por su naturaleza sabemos que no tenemos cómo devolver. Hay favores que no se pagan con dinero, hay
favores que solo se pagan con lealtad, con agradecimiento de corazón, favores
que se pagan recordándolos siempre.
Aquí
algunas frases acerca de los favores…
“El
problema de hacer favores continuamente es que el día que dejes de hacerlo… el
malo eres tú”. Anónimo
“Nadie
escribe en su diario los favores recibidos”.
Séneca
“Hoy
por ti, mañana por mí”. Anónimo
“Nada
se olvida más despacio que una ofensa; y nada más rápido que un favor”. Martin Luther King
“Haz
mil favores y deja de hacer uno, será como si no hubieras hecho ninguno. Anónimo
“Favor
con favor se paga”. Anónimo
“Si
nuestros amigos nos hacen favores, pensamos que nos los deben a título de
amigos, pero no pensamos que no nos deben su amistad”. Luc de Clopiers / Marlene Dietrich
“Es muy
común recordar que alguien nos debe agradecimiento pero es más común no pensar
en quienes le debemos nuestra propia gratitud”. J.W. Goethe
“A casa
de tu vecino a prestar favores y no a pedirlos”. Anónimo
“Hay
favores imposibles de reciprocar, que no se pagan con dinero, se pagan con
agradecimiento eterno” Anónimo
L.
CEDEÑO S.
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