Desglosando la etimología griega de anónimo tenemos: “a” como prefijo de
negación, amorfo (sin forma), y “onoma”,
que significa nombre, autoridad. En otras palabras, la negación, ausencia,
privación de un nombre. Hacemos esta
breve introducción, porque en todas las épocas, en todas las culturas, a través
de la historia de la humanidad, han aparecido trabajos de autores
desconocidos, bien en la ciencia, las artes, la literatura, en la música, en
cualquier campo imaginable.
La pregunta universal siempre ha sido: “¿Cuáles circunstancias obligan o motivan a una persona a no identificarse como autor de un acto,
cualquiera que este sea?”. Podría ser
por ejemplo: el temor al rechazo, la vergüenza, falta de coraje, inseguridad, o
tal vez solo olvidó firmarlo… La naturaleza
humana es compleja y si preguntáramos a esos autores anónimos el motivo de no
identificarse, es posible que ellos mismos no sepan la respuesta. ¡Cuántas historias de experiencia de
vida, frases llenas de romanticismo y sabiduría, poemas, cánticos, frases que
nos llegan al alma; en las que quisiéramos reconocer un nombre!
Qué maravilloso sería, hoy, conocer los nombres de los autores de obras
como: El Cantar de Mío Cid, o Las mil y
Una Noches, Desiderata, La Saga de Erik El Rojo, Los Poemas Edda Mayor, o
Relatos de un Peregrino Ruso, por mencionar algunos.
“Yo me atrevería a pensar que el Anon, (anónimo), que tantos poemas
escribiera sin firmarlos, fue a menudo una mujer” Virginia Woolf
Algunos poemas
cortos y frases de autores desconocidos:
“Cuando mires las estrellas acuérdate de mí porque en cada una de ellas
hay un beso para ti”.
“Por la noche te sueño, por el día pienso en ti y cada vez que te veo mi
corazón empieza a latir”.
“Qué triste mirar al cielo en una noche sin luna, pero más triste es
amar sin esperanza ninguna".
“El amor es como el viento, a veces te ruge y a veces te acaricia”.
“Apaga la luz, prometo que no habrá palabras, pero tampoco silencio”.
“Érase una vez dos personas que
estaban destinadas a ser algo… Él la conoció, la enamoró, le mintió y la
perdió”.
“Si supieras cuánto ansío que llegue la noche para volver a soñar
contigo”.
“Quizás sí eras tú, pero no era el momento…”.
“No hay disfraz que pueda largo
tiempo ocultar el amor donde lo hay, ni fingirlo donde no lo hay”.
“¿Sabes qué es un suspiro? Es el aire que nos sobra, por alguien que nos
falta…”.
“ !Y ahí… entre todos sus gustos raros, estaba yo!”.
“De niña me dijeron que no crea en las hadas, pero si hasta verlas
podemos cuando estamos enamoradas”.
L. CEDEÑO S.
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