SIDDHARTHA

Siddhartha:  “Aquel que ha alcanzado su meta”  o  "Está satisfecho todo lo deseado”.

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”¿Y qué es lo que has aprendido? ¿Qué sabes hacer?  Se pensar, esperar, ayunar…”

“…Cuando Siddhartha se propone algo,  Siddhartha no hace nada, solo espera, piensa, ayuna, sin hacer nada, sin moverse; se deja llevar, se deja caer.  Su meta lo atrae, pues él no permite que entre en su alma nada que pueda contrariar su objetivo. Esto es lo que Siddhartha ha aprendido de los samanas.  Es lo que los necios llaman magia y creen que es obra de demonios.  Nada es obra de los malos espíritus, éstos no existen.  Cualquiera puede ejercer la magia si sabe pensar, esperar, ayunar”. 

Hermann Karl Hesse

julio 1877 - agosto 1962

Escritor, poeta, novelista y pintor, alemán

Premio Nobel 1946

Una novela preciosa, en cierta medida inspirada en la vida y experiencias de Buda. Escrita por Hermann Hesse en 1922, originalmente en alemán.  Se publicó por primera vez en Estados Unidos en 1951, pero se popularizó hacia 1960 con el movimiento de paz y espiritualidad de la década. Una mezcla de poesía lírica y épica de altísima espiritualidad, combinada con el mundo de lo material y la sensualidad.

Narra las experiencias de vida del joven Siddhartha, hijo de un Brahman, quien abandona su hogar, su familia, su linaje,  en la búsqueda de la sabiduría, pasando por varias etapas, con diferentes maestros. Como todo ser humano, Siddhartha vive profundos sentimientos, equivocaciones, decepciones y realizaciones de vida.

Conoce el aislamiento durante su estadía en el bosque, la amistad fiel de amigos sinceros, los conocimientos del mundo material de un mercader, que lo devuelven a la fantasía de la riqueza y la vida placentera.  Conoce los secretos del amor carnal por intercambio y el amor espiritual de una misma mujer. Retoma su camino hacia la espiritualidad.  Conoce la paternidad y las tribulaciones que pueden causar los hijos.  Encuentra su realización espiritual de la forma más sencilla e inesperada, despierta del mundo de “Maya” (ilusión), ganando su redención, alcanzando el nirvana fundiéndose en uno consigo mismo, alcanzando la meta de la armonía y la serenidad de una nueva vida.

Siddhartha, más que una obra literaria, será siempre una fuente inspiradora de experiencias de vida en la búsqueda de un fin.

l. CEDEÑO S.