martes, 18 de noviembre de 2014

La Flor de Lis

Esta simbólica flor, deriva su nombre de  la palabra francesa “lis” que quiere decir lirio o iris. Se distingue de otros lirios por características muy particulares, tales como, su pétalo frontal caído hacia adelante y los pétalos laterales que se posicionan casi horizontalmente en forma de cruz, dejando a la vista, en lo alto, el pétalo central.  Por su forma, el psicoanálisis ha interpretado la flor de lis como un símbolo fálico, como una manera inconsciente de representar los genitales masculinos, la virilidad y la fuerza. También se asocia con la espada, forma claramente visible en la flor. Conjuntamente con la cruz, el águila, el ramo de laurel, el león, la estrella,  el sol y la luna, es uno de las figuras más emblemáticas utilizadas históricamente. 

Algunos historiadores afirman que la flor de lis, como símbolo, se remonta a la flor de loto del antiguo Egipto.  Sin embargo, en distintas civilizaciones, como en Japón y Mesopotamia podemos reconocer el uso de una delicada flor, semejante a la flor de lis. También la podemos encontrar en varias monedas griegas, romanas, asirias y musulmanas.    Aparece como detalle real en joyas milenarias en diferentes culturas, en collares, aretes, tiaras, cetros, y escudos.  En la decoración de la Puerta de Istar en Mesopotamia, construida por Nabuconodosor II, en el año 575 a.c., encontramos un símbolo similar a la flor de lis.

Por la connotación real y religiosa, a través de los años, la flor de lis se constituyó en un símbolo de poder, soberanía, honor y lealtad, y también de pureza de cuerpo y alma.  Desde la Edad Media, por ejemplo,  es considerada un símbolo de la realeza francesa.  Y se dice que su sentido es significar la perfección, la luz y la vida. Por eventos históricos relevantes su símbolo pasó a ser utilizado también por las casas reales de Inglaterra y España.    

Se suele representar en color amarillo (nobleza),  sobre un fondo azul.


Como símbolo fue adoptada por algunas religiones, la masonería, la alquimia,  el movimiento scout internacional, quedando estampada su presencia en innumerables escudos de armas, banderas, documentos históricos y monumentos.

La Iglesia Católica Romana utiliza el lirio como un emblema especial de la Virgen María, considerada protectora de los reyes, y en conexión con  el Arcángel Gabriel,  quien entregó a María un lirio (o una azucena, para otros), en la Anunciación. Los tres pétalos representan a la Santísima Trinidad. En el escudo del Papa Pablo VI encontramos precisamente tres flores de lis. La Iglesia Católica la usa como símbolo mariano (de la Virgen), como símbolo de pureza y castidad.

Juana de Arco,  llevó consigo a la guerra, en la cual resultó victoriosa sobre los ingleses, un estandarte blanco, como emblema real de Francia, que representaba a Dios bendiciendo la flor de lis.  Se dice que Luis VII eligió como emblema para su escudo el lirio amarillo cuando partió a Tierra Santa.

A partir del año 1376 en el escudo de Francia aparecen los tres lises. Esto, se cree que se hizo por orden del rey Carlos V, para diferenciar sus armas de las inglesas, puesto que los ingleses habían incluido también la flor de lis como parte de su reivindicación del trono francés durante la Guerra de los Cien Años.
   
En el siglo IV, por los vínculos familiares entre las casas reales de España e Inglaterra, aparece la flor de lis, en dos grupos de tres lises como emblema de la Casa de Lancaster, (dinastía real inglesa), en el escudo real de Catalina de Lancaster, primera Princesa de Asturias, esposa de Enrique III de Castilla, hermana de Enrique IV de Inglaterra, nieta de Eduardo III de Inglaterra, abuela de Isabel la Católica.

En el siglo XIV la flor de lis formó parte de las insignias de familia y se cosían en el manto que usaba el caballero.

Para los alquimistas la flor de lis simboliza la luz, la resurrección y la gracia de Dios que ilumina.  Estos adoptaron la flor de lis como su símbolo durante el Renacimiento.

El primer uso oficial de la flor de lis en occidente lo encontramos en el siglo V, en la “vulgata” (traducción de los manuscritos antiguos por San Jerónimo de Estridón, por encargo del papa Dámaso, para difundir catolicismo al pueblo),  en cuya portada aparece un dibujo de la flor de lis.

Robert Baden-Powell, fundador del movimiento Scout en el año 1907, escogió la flor de lis como símbolo del movimiento. Los tres pétalos representan los tres pilares del compromiso scout, los tres principios y deberes (Dios, Patria y Hogar) y las tres virtudes (Abnegación, Lealtad y Pureza).  El Norte, representado por el pétalo central, señala la dirección que debe tomar el joven scout, siempre hacia arriba.

La flor de lis también era utilizada en los mapas antiguos para señalar el Norte, habitualmente en las "rosas de los vientos" como símbolo del punto cardinal Norte.

Datos curiosos:

En América encontramos que la flor de lis se popularizó mucho en trabajos de herrería, en portones, rejas, como terminación, simbolizando linaje y distinción.

Está presente en las banderas de Saint Louis (Missouri), Nueva Orleans, Montreal y Quebec.

La flor de lis también la encontramos en el escudo de Guyana.

En los escudos de armas de innumerables familias descendientes de españoles y franceses.

En América, de origen español, existe el apellido Lis.

Hoy, encontramos el símbolo de la flor de lis en innumerables diseños comerciales, desde textiles y accesorios (prendas de vestir, calzados, bolsos), hasta la tradicional joyería, juguetes y variedad de elementos de decoración.

La flor de lis, no obstante su comercialización en el mundo moderno, siempre conserva esa delicadeza de sus líneas, esa inspiración de respeto, solemnidad,  y las virtudes que dignamente ha representado a través de la historia.


L. CEDEÑO S.

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