DESIDERATA, del latín "desideratum" que significa "Conjunto de cosas
deseadas" es tal vez, el poema antiguo más conocido, editado y traducido a más idiomas. Oficialmente su
autoría fue otorgada al abogado y filósofo de Harvard Max Ehrnman
(1872-1945). Después de su
fallecimiento, se publicaron sus poemas en 1948, incluyendo entre ellos el
poema Desiderata, a pesar de tenerse conocimiento de la existencia y
circulación de copias del poema, desde 1692, especialmente en la Iglesia
"Old St. Paul´s de Baltimore, Maryland, en Estados Unidos. Cuentan que el pergamino original del poema
fue encontrado en un monasterio en el Siglo XVI. Para la década de los 60´s
Desiderata pasó a ser algo así como un ícono para los movimientos de paz de la
época. En 1976 un tribunal de
apelaciones en Estados Unidos dictaminó que el Poema Desiderata era un
documento de dominio público.
Desiderata, más
que un poema, es una filosofía de vida, un mensaje a la humanidad de todos los
tiempos. Una guía para quien busca la alegría y la felicidad.
"Camina plácidamente por el mundo entre el ruido y las prisas,
recordando que puedes encontrar paz en el silencio.
Mantén buenas relaciones con todos en tanto te
sea posible, pero sin subyugarte.
Enuncia tu verdad tranquila y claramente; y
escucha a los demás, incluso al torpe y al ignorante. Ellos también tienen su historia.
Evita las personas ruidosas y agresivas, pues
son vejaciones para el espíritu.
Si te comparas con los demás, puedes volverte
vanidoso y amargado
porque siempre habrá personas más grandes o
más pequeñas que tú.
Disfruta de tus logros, así como de tus
planes.
Interésate en tu propia carrera, por muy
humilde que sea pues es un verdadero tesoro en las cambios fortuitos del
tiempo.
Sé cauto en tus negocios, porque el mundo está
lleno de engaños.
Pero no por esto te ciegues a la virtud que
puedas encontrar; hay mucha gente que se
esfuerza con heroísmo para alcanzar nobles ideales.
Sé tu mismo. Especialmente no finjas afectos.
Tampoco seas cínico respecto al amor, porque a pesar de las arideces y
desencanto, el amor es tan perenne como la hierba.
Acepta con amor el consejo de los años,
renunciando con donaire a las cosas de
juventud.
Cultiva la pureza y fuerza de tu espíritu para
que te proteja en las repentinas adversidades, pero no te angusties con
fantasías.
Muchos temores nacen de la fatiga y la
soledad.
Más allá de una sana disciplina, sé amable
contigo mismo.
Eres una criatura del universo, al igual que
los árboles y las estrellas; tienes derecho a estar aquí. Y, te resulte o no
evidente, sin duda el universo se desenvuelve como debe.
Por lo tanto, mantente en paz con Dios, de
cualquier modo que le concibas, y cualesquiera sean tus trabajos y
aspiraciones, mantente en paz con tu alma en la ruidosa confusión de la vida.
Aún con todas sus farsas, cargas y sueños
rotos, este sigue siendo un mundo maravilloso.
Ten cuidado, se alegre y esfuérzate en ser
feliz”.
L. Cedeño S.
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